Muñecas Rusas

Muñecas Rusas

el ciclo del espejo


El ciclo Lecturas en Bartolomeo, coordinado por Daniel Grad, consta de una lectura programada de poetas, un espacio para la difusión de músicos y bandas, y otro de  micrófono abierto. La cita es todos los lunes, a las 20 horas en el Bar Bukowski ubicado en el Pasaje La Piedad, en Bartolomé Mitre 1525.

Este ciclo de poesía se desarrolla desde mediados del año 2004, como continuidad de otro iniciado por Pablo Montanaro. Desde comienzos de 2005 y hasta mediados de 2006 tuvo su sede en La Blanqiada, para pasar después al Bar Bartolomeo, luego Bar Bukowski. Desde comienzos de 2009, a las tradicionales lecturas, se suma la presencia de músicos en escena, y también la propuesta Poetas x Poetas, en la que hemos podido apreciar cómo, por ejemplo, Ricardo Rojas Ayrala presta su voz a Enrique Banchs, María Cristina Aparicio a César Fernández Moreno, Nicolás Antonioli a Osvaldo Lamborghini, y Juano Villafañe a su padre, Javier. El espacio de micrófono abierto fue creado dentro del ciclo con la intención de abrir la propuesta a escritores éditos e inéditos y permitir la inclusión y difusión de nuevas propuestas estéticas.

Daniel, además de ser poeta, se dedica a la fotografía. Quizás por ese motivo, porque trabaja con lentes y espejos, es también responsable de una osadía, como es convocarme en esta oportunidad a leer en su ciclo. No se trata de una estrategia de legitimación cruzada, sino de su parodia, cualquier parecido con la realidad es una ilusión óptica. Yo te invito, vos me invitás, y el juego topológico estalla. Porque somos amigos, poetas y fotógrafos, y porque coordinamos ciclos, para nosotros esto de convocarnos es un juego más entre tantos.  Los espejos multiplican cuando se enfrentan, pero puestos uno al lado del otro, reflejan más.  

La lista de poetas y músicos que ha convocado Daniel en estos años es tan vasta como variada. En ella podemos encontrar escritores y músicos reconocidos, otros no tanto, pero en todos anida el deseo de integrarse a la infinita y pulida superficie del lenguaje, para zambullirse en su no tan pulida, pero singular profundidad. Se dice que los chinos colocaban sus deseos en una caja de espejos, y que al cerrarla, se reproducían. Cada poeta convocado es un deseo que se cumple, cada semana Daniel enciende su cámara, pone a funcionar su caja de espejos, que es también, una caja de música, y no es casual que una parte de su ciclo se llame Poetas x poetas. Los invito a que pidan y escuchen sus deseos, sus poetas. Acá está Daniel, el de la cámara.


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