Muñecas Rusas

Muñecas Rusas

Mayo\2010



Café Literario Antonio Aliberti


Grupo Organizador: Generación Abierta



El 13 de Mayo en el CC / CCC

Poetas en el Recuerdo: De Kafka a Baudelaire, por María Elena Rocchio.
Poeta Invitado: Horacio Préler. Diálogo con Julio Bepré.
Presentación Revista Generación Abierta (Letras-Arte-Educación): A cargo de Luis Raúl Calvo (director), Nora Patricia Nardo (jefa de redacción), Amadeo Gravino (colaborador permanente), Alicia Neira (colaborador permanente).
Música: Pako Rizzo



 
Coordinación general 
Luis Raúl Calvo
Julio Bepré
Amadeo Gravino
María Elena Rocchio


Coordinación Musical
Paco Rizzo


Coordinación Artes Visuales
Mariana Cambre




Horacio Preler (La Plata, 1929) lleva publicados, desde su inicial “Institución de la tristeza” (1966) hasta “Aquello que uno ama” (2006), nueve libros de poemas, producción que le sirvió para plasmar un lenguaje de cuño personal, en el que pueden hallarse resonancias de Eliot, de Stevens, de Girri. Con estos ascendientes poéticos, Preler rompe, a partir de “Lo abstracto y lo concreto” (1973), con los efluvios sentimentales de la generación del 40 y trae a la poesía de La Plata un aire nuevo, renovador, que la libera de su tradicional y rancio tono elegíaco.


Mediocridad


La natural mediocridad a todos nos concierne,
nos acompaña en las extrañas actitudes
con que desarrollamos una idea.
Es el atuendo insospechado del concepto,
la libertad del incipiente ser
que elude su propio fundamento.
Es más aún,
la posibilidad de morir sin estridencias.

(De Lo abstracto y lo concreto, 1973)

Horacio Preler / El señor Gianni y otros poemas 


El café literario Antonio Aliberti nace en 1992 y continúa hasta la actualidad en  el Café Montserrat, sito en San José 524, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los 1° y 3° viernes de cada mes, de 20 a 22 hs., desde Abril hasta Diciembre, los responsables del ciclo organizan una lectura programada de poetas previamente invitados, de diversa trayectoria. Luego de la lectura sucede un intermedio musical, y el ciclo finaliza con un diálogo con el artista plástico que está exponiendo en el lugar.
El grupo decidió bautizar al ciclo con el nombre de Antonio Aliberti, poeta y ensayista fallecido en el año 2000, cofundador del café literario con Luis Raúl Calvo y Julio Bepré en 1992, como un homenaje al poeta, amigo y compañero.

Dice Vallejo en El buen sentido: "Mi adiós partió de un punto de su ser, más externo que el punto de su ser al que retorno". Presentamos, con el ciclo del café Monserrat, el producto de años de trabajo con la poesía y los poetas, una actividad que involucra a seres que habitan los márgenes. En este centro que no es tal, jugamos dentro, fuera, y en el margen. Un margen es un rango entre algo que va dejando de ser y pasa a ser otra cosa. Tiene un espesor. La poesía, los poetas, funcionan en ese estado, previo al corte y posterior al continuo, y constituyen el primer desprendimiento entre el caos y el sentido.
No intentamos con Muñecas Rusas ordenar sentidos en el campo poético, las únicas reglas que obedecemos aquí son las de la hospitalidad. Por eso damos la bienvenida a los coordinadores del espacio literario del café Monserrat, cuya visión de lo literario se expande hacia las demás artes, las suma y las alberga. La calidez del espacio del café da a los poetas abrigo en la intemperie.
En contacto con la intemperie, la poesía es lo sólido que se desvanece en el aire, el espejismo que produce el calor de la experiencia. En esa refracción se escribe. Eso que llamamos inspiración no es más que un fenómeno óptico que prescinde del órgano ocular. Más bien remite a la cámara oscura, a su vacío, a la estrechez del orificio que produce el corte entre lo real y lo poético, y el resultado es la foto movida del desplazamiento.
El espacio del café alberga en el cristal empañado las escrituras de sus ocupantes. Y aquí sólo sacamos la foto de todo eso, de lo que se ve y de lo que no. Sabiendo que el artista es un cuerpo sin límites, un trazo en movimiento continuo, una huella mutante cuyo registro es incierto, aún así, insistimos, contra la intemperie. (S.C.)

Abril\2010


Coordinan: Héctor Urruspuru y Luis Erker


Poetas a dedo se suben al mionca ginebrero y miran la ruta que se mueve. Mecánica Pesada Scania.

http://www.malditaginebra.com.ar/

 Toto del Abasto
Javier Saleh
Héctor Urruspuru
Lu Erker Ercolano
Anselmo Maciel
Lucio Greco
Chajá
María Timini
Zenón el Andino
 

"En Maldita Ginebra la poesía se construye con las voces permanentes de trasfondo, la música que irrumpe y acompaña, la puerta abierta a quien quiera atravesarla o atravesarse a sí mismo en esa experiencia.

Siguen los versos y las canciones, la cerveza fresca acompaña la noche constantemente, lo agridulce de una poesía que está en la garganta y en los huesos, en los recuerdos, en el absurdo también.

Recorrer Maldita Ginebra es poder distinguir una carroza de una calabaza, una rata de un caballo y un cuento de Disney de uno escrito por los hermanos Grimm, para que, una vez adentro, sumergidos en la Ginebra se confunda todo, una vez más." (Revista Lamás Médula)

 Maldita Ginebra supo dar albergue a los desclasificados, a los alumnos con peores notas, a los estudiantes crónicos, a los corazones mancos. Maldita Ginebra contuvo multitudes y se transformó en una hermandad que puso en jaque a todo el sucio sistema poético argentino, que, a partir de los nefastos años 90 se llenó de forritas y forritos que se creyeron el verso de "los grandes poetas argentinos", con la canchería de los esclarecidos, de los soberbios de siempre, esos montoneritos, conchetos eunucos bendecidos por la clase, siempre temiendo la vulgaridad, la grasa de las capitales, la deformidad que es la norma en los arrabales del mundo, parásitos haciendo equilibrio sobre la larga verga del poder: si pudiera arrancarles los ojos, los tiraría al fondo de mi vaso de ginebra caliente. En Maldita Ginebra el vómito más espantoso estuvo asistido por una pureza irredenta, intransigente. Ahora que el cardenal Ricardo Piglia le anda pidiendo al papa Nazinger la canonización de Juanete Ortiz habría que ver si se bancaría una noche de Maldita Ginebra donde hay más Cristos que en una santería. Maldita poesía: los ginebreros te clavamos una estaca en el corazón. La renovación de la belleza es rancia, animal y chivada por la alegría, la desdicha y los traqueteos de este barco a la deriva. Maldita Ginebra volverá cada tanto como las canciones más queridas, las que nos recuerdan la mejores horas de nuestras vidas, las luces fuertes sobre nuestros cuerpos emboscados, desnudos para siempre. Héctor Urruspuru: somos los hermanos que nunca tuvimos. (Rodolfo Edwards)

MALDITA GINEBRA (la dama desdentada del Abasto) funciona en CASA DE ZENÓN EL ANDINO - CORRIENTES 3416 (al fondo del kiosko) Entrada libre y gratuita - Micrófono abierto.